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Historia de Elebar

Conoce nuestra Historia




 
 
"Llegar juntos es el comienzo, mantenerse juntos es el progreso, trabajar juntos es el éxito..." Henry Ford

 

Cuando comencé con Elebar, lo que tenía era un gran sueño, muchas ideas y la actitud para llevarlas adelante. Nuestros inicios se remontan a Mayo de 1989, cuando llegué  a Tandil con una franquicia de la Tarjeta Multicompras de la ciudad de La Plata.

En 1995, luego de transitar los primeros años y afianzarme en la ciudad, decidí salir del formato de franquicia. Así surgió Tarjeta Elebar, con vocación por el servicio al cliente y la clara misión de convertirse en el producto líder regional en financiación de consumo.

Ésta acentuada inclinación hacia la satisfacción al cliente, la profesionalización de los recursos humanos y una dinámica acción comercial  desarrollada de la mano de los principales establecimientos de cada una de las 31 ciudades de la zona Centro Oeste de la Provincia de Buenos Aires en las que se encuentran nuestras sucursales, han sido el pilar fundamental de nuestra expansión territorial.

Hoy Tarjeta Elebar y su administradora, Santa Mónica S.A., continúan siendo una empresa familiar, que apuesta al crecimiento a través de la incorporación de nuevos servicios y más tecnología.

Nuestra Casa Central se encuentra en Tandil, las principales áreas de trabajo están conformadas por profesionales especializados en cada materia que brindan soporte de manera eficiente a las sucursales y proponen y planifican acciones con la activa supervisión del gerente general.

Nos nutrimos permanentemente del aporte de estudiantes y egresados de la Universidad Nacional del Centro de Provincia de Buenos Aires, que posibilitan la formación de un equipo de trabajo constituido por jóvenes oriundos de diferentes ciudades de la región.

Hoy podemos decir que somos una compañía de sólida trayectoria basada en la capacidad de su gente y en una filosofía de trabajo. Empezamos cada día de la misma manera: trabajando y pensando cómo hacerle la vida más fácil a nuestros Socios y Comercios.

Hoy tengo la suerte de decir que veo parte de ese sueño que tuve en los comienzos, se cumplió. Eso no nos detiene, seguimos adelante y vamos por más. Porque alcanzar un sueño, es posible.

 

Everardo Erviti